Los tres saberes hace referencia a la formación profesional en donde se ponen en juego para comprender la complejidad de las situaciones en las que se pretende actuar y para diseñar, planificar, desarrollar y evaluar los procesos de formación en educación.
Se constituye más como un enfoque o propuesta para formar al profesional actual, apunta al logro de un desempeño complejo e idóneo de sus funciones, que incluye saber ser, saber hacer, saber conocer y saber convivir, aportando al progreso personal, social y económico del contexto en el que se desempeñe.
Se puede decir, que el desempeño idóneo de un profesor estaría dado en el equilibrio que este debe tener en la aplicación de los tres criterios de desempeño que en este caso están compuestos por el saber ser, saber hacer y saber saber (conocer), los cuales están directamente relacionados con las competencias y los resultados de aprendizaje.
Es el conjunto de conocimientos teóricos y prácticos que las personas adquieren antes y durante el desarrollo de sus actividades productivas. Debe nutrirse y mejorarse de forma constante en el desempeño de sus competencias laborales, ya que el proceso de globalización y la actualización de la tecnología en el mundo obliga a la constante renovación en el saber de las personas.
Es la parte cognitiva, encargada de los conocimientos que el estudiante adquiere en toda su formación.
Tiene como objetivo fundamental perfeccionar las habilidades, destrezas y aptitudes de los profesionales, guiándolos en las buenas prácticas y mejores métodos de trabajo que reflejen una calidad en el hacer de cada persona, lo que posibilita la prestación de un servicio con calidad. Lo cual busca incrementar la posibilidad de alinear conocimientos y técnicas para un buen desempeño laboral, así como orientar las experiencias hacia la solución de necesidades y la generación de soluciones.
El saber hacer implica tener una conciencia real del desempeño en las funciones productivas y del conocimiento previo de las circunstancias en las que se desarrolla el sujeto, esta función es básica para el saber. La correlación entre el saber y el saber hacer es inevitable en el marco de las competencias y de los resultados de aprendizaje, es la parte de la aplicación, encargada de la práctica que el estudiante realiza una vez tenga lo cognitivo (saber saber).
El contexto que incluye este principio de profesionalización es muy extenso ya que se enmarca dentro de las capacidades emocionales de las personas en el desempeño de sus funciones productivas que debe aprender durante su formación.
Son los aspectos que forman parte de la personalidad y que hacen que las personas sean o no más sociales, el conocimiento del yo es la base, la piedra angular y, en definitiva, la esencia misma del saber ser. Algunos autores afirman que existen tres "YO" distintos: el que uno cree ser, el que uno es y el que los demás ven, de allí la importancia en el proceso formativo que tiene el rol del profesor, pues es quién a través de la generación de su quehacer educativo conduce al estudiante a afianzar y resignificar ese YO.
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